INTRODUCCIÓN
En la unidad anterior estudiaste varias definiciones de técnica y su clasificación. En esta unidad corresponde analizar qué es el método y cómo cada disciplina tiene sus propios métodos que se aplican utilizando técnicas de la investigación generales.
Una de las cuestiones frecuentemente debatidas es la relación entre el método y la realidad que se trata de conocer. Desde este punto de vista, puede decirse que la matemática no tiene el mismo método (o métodos) que la física, la historia, la filosofía o la biología. Aun así, lo que se propone es que exista un método común que sea aplicado por cualquiera, condición establecida por René Descartes en su Discurso del método, donde indica que las reglas dispuestas son de descubrimiento y no dependen de la capacidad intelectual de quien las usa, sino de las características propias del objeto de estudio. Para este autor, es importante eliminar del pensamiento toda credulidad, para crear un método que nos dé certeza rigurosa en el estudio de cualquier fenómeno.
El modelo de Descartes es la geometría. Su método consiste en considerar al objeto de estudio como una totalidad formada por partes menores. Hay que dividir el todo en sus elementos más simples y abordarlos cada uno por separado. Luego, reconstruir el objeto completo para comprenderlo.
Por su parte, Galileo pasó de preguntarse por qué y para qué al cómo de los fenómenos. De esta manera, rechazó las ideas de Aristóteles acerca de la caída de los cuerpos: negó la explicación de que el movimiento de éstos se debe a que buscan su lugar natural en el universo.
Aunque los antiguos pensadores ya se habían ocupado en las cuestiones del método, esta reflexión alcanzó su auge durante la época moderna cuando se quiso encontrar un método de invención diferente a lo ya sabido. Sin embargo, el método no debe pensarse en función de una serie de pasos para alcanzar un fin, sino para conducir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias.
Actualmente es aceptado que la investigación científica requiere, primeramente, de teorías (modelos) que orienten los experimentos y las observaciones. Karl R. Popper señala que para decidir qué observar y qué datos recabar necesitamos la guía de un modelo teórico con el cual pretendamos resolver un problema particular. Para este filósofo inglés, la investigación inicia con el planteamiento de un problema que deseamos solucionar. A partir de éste, formulamos conjeturas que pueden ser total o parcialmente falsas, y por ello necesitamos poner a prueba. Si nuestras conjeturas no pueden ser refutadas por la prueba contra la realidad, conservamos el modelo y lo enriquecemos con esas hipótesis y proponemos otras que probaremos también. De lo contrario, desechamos o modificamos sustancialmente el modelo y volvemos a empezar.
Las especulaciones sobre el método aumentaron poco a poco. Más en la época moderna, cuando los ámbitos u objetos de estudio de la ciencia se fueron diversificando. En este sentido, se puede decir que para analizar un fenómeno u objeto no hay un método único, sino métodos. En consecuencia, para conceptuarlos y clasificarlos, se han convertido en objetos de estudio de la filosofía. Por ello es posible hablar de métodos generales y métodos particulares. Los primeros son el análisis, síntesis, deducción e inducción, aplicados a través de dos técnicas genéricas de investigación: la observación y la experimentación (en el caso de la observación, están la documental y la de campo). Y los segundos se aplican según la disciplina en la que se ubique el objeto a estudiar, por ejemplo, la filosofía.
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