En esta unidad se abordan los estados financieros como los medios de los que se vale la contabilidad para transmitir a los usuarios (comerciantes, industriales, prestadores de servicios, instituciones de gobierno, personas físicas o sociedades) la información necesaria para la toma de decisiones o resultado del proceso contable.
Los estados financieros tienen las mismas características que la información financiera: deben ser útiles, confiables y provisionales. Entre los estados financieros se encuentra el balance general, éste muestra en unidades monetarias y a una fecha determinada, sus recursos, deudas y patrimonio. Las partes que lo integran son el activo, el pasivo y el capital. Por activo se entiende el conjunto de bienes y derechos con que opera una entidad económica; por pasivo el conjunto de deudas y obligaciones que contrae una entidad, y por capital, las aportaciones en efectivo y en especie por parte de los socios. Por prepararse a una fecha determinada se dice que es una fotografía de la empresa y que los datos contenidos en él pueden cambiar sin que se haya realizado alguna transacción.
El balance general se integra por encabezado, cuerpo y pie; contiene el nombre de la empresa que lo elabora, la fecha de su formulación, las cuentas de activo, pasivo y capital y sus valores, los nombres y las firmas de las personas que lo elaboran y autorizan y las notas aclaratorias. Su presentación es en forma de cuenta o de reporte.
Las partes que integran el balance general se clasifican como sigue. El activo se clasifica en circulante fijo y diferido; el pasivo, en corto y a largo plazo y en diferido, mientras que el capital comprende al capital social y a la utilidad del ejercicio; la suma de los dos se llama capital contable.
Los objetivos del balance general son proporcionar información sobre:
a) La situación financiera de la entidad a cierta fecha, los resultados de sus operaciones en un periodo.
b) Los cambios en la inversión de los propietarios durante el periodo.
El balance general debe contener información para que cualquier persona con conocimientos técnicos adecuados, pueda formarse una opinión y emitir un juicio sobre: el nivel de rentabilidad, la solvencia y liquidez, conocer de qué recursos financieros dispone la empresa para llevar a cabo sus fines, cómo los obtuvo y cómo los aplicó, la habilidad para obtener utilidades y los cambios experimentados en las cuentas del capital contable.